martes, 30 de septiembre de 2008

"Corazón Satisfecho" ó "Amor Insatisfecho"

"Mi corazón se siente satisfecho
de haberte amado y nunca poseído:
así tu amor se salva del olvido
igual que mi ternura del despecho.
Jamás te vi desnuda sobre el lecho,
ni oí tu voz muriéndose en mi oído:
así ese bien fugaz no ha convertido
un ancho amor en un placer estrecho.
Cuanto el deleite suma a lo vivido
acrecentado se lo resta del pecho,
pues la ilusión se va por el sentido.
Y, en ese hacer y deshacer lo hecho,
sólo un amor se salva del olvido,
y es el amor que queda insatisfecho."
José Ángel Buesa

"Usted, el Ángel de la Muerte"

"Usted y yo tenemos una cita.
Sé que jamás se retrasó en la hora.
Tal vez pueda darme algo de tiempo
para mirar mi vida.
¿Podré volver la vista hasta mi patio?
Allí la madreselva era alegría,
su aroma resbalaba por los sueños
de mi sangre crecida.
Será muy puntual. Siempre lo ha sido.
Usted perdonará si me entretengo
y acaricio mis libros con ternura,
comprenda usted ¡son tantas horas juntos!
que así, partir, tan fríamente,
no me parece bien. Se quedan solos...
Quiero que sepa que sé que ha de venir
para llevarme con usted,
y créame si le digo que estoy lista.
He tratado de aprovechar mi tiempo:
Amar. Vivir. Vivir y amar.
No puede imaginarse el equipaje
que llevo en la memoria...
Usted ¡qué culpa tiene!
Sólo es usted el ángel de la muerte,
y usted y yo tenemos una cita."
Luzmaría Jiménez Faro

domingo, 28 de septiembre de 2008

Y, ¿el Condón?

Y, ¿para qué tanto relajo? 

Que si el aborto es legal, que si es pecado, marchas aquí, marchas allá, dilemas y controversias...

La situación todos la conocen, así que no redundaré.

Pero, ¿qué hace la Iglesia para evitar embarazos no deseados? Si en verdad no quiere recurrir al aborto, ¿qué hace la Iglesia para informar a los jóvenes sobre su sexualidad y evitar que sean papás a sus escasos 15 años?

Toda homilía suena como el típico sermón: ¡arrepiéntete porque eres un pecador! Dios, ¿y dónde están esas palabras de aliento que se necesitan? Lejos de salir renovado de misa, sales peor. Y a pesar de esto, ¿la Iglesia se sigue preguntando el por qué está perdiendo tantos fieles?

En cada sermón se condena al aborto, y se condena el uso del condón.

Si se sustituye al condón por al abstinencia, ¿a dónde nos llevará esa fórmula? Al menos a escuchar al brillantísimo señor gobernador del estado de Jalisco queriendo regalar, aparte de condones como medida de prevención, un six y la entrada al motel para que se la terminen de pasar bien nuestros jóvenes.

Todos marchan ferozmente, ensimismados, con la esperanza puesta en lo alto. Y con cada paso que dan sienten alcanzar su meta, ¡están acabando con el enemigo!

Y mientras los padres marchan, los hijos se quedan en casa. Y están solos en casa, y también condenan la abstinencia, que de poco les sirvió.

Mientras todos marchan y protestan en contra del aborto, ¿alguien me podría decir dónde quedó la conciencia y el condón? 

sábado, 27 de septiembre de 2008

"Te Acordarás un Día"

"Te acordarás un día de aquel amante extraño
que te besó en la frente para no hacerte daño.
Aquel que iba en la sombra con la mano vacía
porque te quiso tanto... que no te lo decía.

Aquel amante loco... que era como un amigo,
y que se fue con otra... para soñar contigo.

Te acordarás un día de aquel extraño amante.
Profesor de horas lentas con alma de estudiante.
Aquel hombre lejano... que volvió del olvido
solo para quererte... como a nadie ha querido.

Aquel que fue ceniza de todas las hogueras
y te cubrió de rosas sin que tú lo supieras.

Te acordarás un día del hombre indiferente
que en las tardes de lluvia te besaba en la frente.
Viajero silencioso de las noches de estío
que miraba tus ojos, como quien mira un río.

Te acordarás de aquel hombre lejano,
del que más te ha querido... porque te quiso en vano.

Quizá de pronto... te acordarás un día
de aquel hombre que a veces callaba y sonreía.
Tu rosal preferido se secará en el huerto
como para decirte que aquel hombre se ha muerto.

Y él andará en la sombra con su sonrisa triste.
Y únicamente entonces sabrás que lo quisiste."

José Ángel Buesa